De tantos colores, caleta de
opacos
nos sentimos como nublados,
así que empezamos a correr pero
no llegamos nunca
a la casa.
Es terrible, porque sabemos que
queda enfrente del grifo
entre el almacén del pan y la botillería
pero nada más.
Así que uno en uno, entre todos
los grifos,
todas las panaderías empezamos a
buscar
la casa
Pero el laberinto caracol, Santiago
es enorme
Y aquí seguimos,
De boti en boti, buscando
la casa.